Este proyecto de vigas armadas presenta grandes ventajas por su trabajabilidad y versatilidad, así como disponibilidad en el mercado. Su principal característica es la de aportar perfiles ajustados a las necesidades reales del proyectista, utilizando chapas de acero de “grandes” espesores mediante uniones soldadas. Su principal empleo es la de salvar grandes luces. La chapa gruesa se refiere a aceros aptos para aplicaciones en las que las propiedades de resistencia prevalecen a las de deformación y ductilidad. En este caso los espesores de las chapas son de 30 y 40 mm.
Además, la garganta de soldadura exigida para este proyecto, es de 30mm al alma con rigidizadores intermedios para aportar mayor resistencia. Todo ello inspeccionado con los más estrictos controles de calidad.